Cuando
sufrimos alguna patología aguda, como un resfrío o fiebre puntual, podemos
recurrir a remedios que traten los síntomas y rápidamente sentirnos mejor.
Cuando una patología, ya sea común o grave, se repite o extiende en el tiempo, de nada nos servirá tratar sólo los síntomas. Debemos ir a la raíz del problema.
Cuando una patología, ya sea común o grave, se repite o extiende en el tiempo, de nada nos servirá tratar sólo los síntomas. Debemos ir a la raíz del problema.
Si
lo observamos desde el punto de vista ayurvédico seguramente descubriremos
algún desequilibrio que comenzó tiempo atrás provocado por un estilo de vida o
de alimentación que no es el indicado para nuestra constitución personal.
Las
llamadas “enfermedades crónicas” siempre comienzan con un primer síntoma leve
al que no damos importancia. Ese primer desequilibrio desencadenará otro y
luego otro hasta llegar al gran desequilibrio que llamamos “enfermedad crónica”.
Es un proceso que no ocurre de un día para el otro, puede llevar años la
creación de una patología crónica. Sería lógico que estuviéramos dispuestos a
invertir bastante tiempo, energía y dedicación a recuperar nuestro estado de
equilibrio. Sin embargo esperamos sanarnos muy rápido y sin involucrarnos en el
proceso.
Una
enfermedad es un llamado de atención de nuestro cuerpo, nos está señalando que
hay algo que no va bien, que debemos hacer algún cambio. Si buscamos una
solución rápida que nos tape o nos quite los síntomas, entonces nos estamos
perdiendo el proceso de aprendizaje que implica una sanación consciente. Podemos
realizar tratamientos tanto alopáticos como naturales o ayurvédicos, lo
importante es estar presentes e involucrarnos en el proceso. Debemos saber que
los únicos que podemos sanarnos somos nosotros mismos. Un médico o terapeuta
nos guiará y nos proveerá de medios y ayuda, pero no nos sanará.
Podemos
aprovechar una enfermedad para conocernos, entendernos y darnos el amor y
atención que nos pide nuestro cuerpo y que muchas veces le negamos. Si
aprendemos a escuchar las pequeñas señales que nos da nuestro cuerpo
seguramente conseguiremos llevar una vida plena entendiendo que los momentos de
equilibrio y desequilibrio son parte del proceso de evolución personal.
Como
siempre que hablamos de Ayurveda, una de las principales formas de detectar
desequilibrios es estar muy atentos a todo el proceso digestivo.
Os dejo una lista de los síntomas más importantes:
-
Falta o exceso de apetito
- Falta de sabor
- Pesadez
- Dolor
- Gases
- Ardores
- Ansiedad por comer
- Mal aliento o mal sabor de boca
- Estreñimiento o diarrea
- Falta de sabor
- Pesadez
- Dolor
- Gases
- Ardores
- Ansiedad por comer
- Mal aliento o mal sabor de boca
- Estreñimiento o diarrea
En
próximas notas hablaré sobre constitución personal, rutinas estacionales,
digestión, prevención, etc.
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